lunes, 5 de agosto de 2019


EL PRINCIPIO DE NO INTERVENCIÓN DE LOS ESTADOS

Saludos y agradecimientos: Saludos a todos y Dios bendiga. Agradecer a Dios, mi familia y a ustedes que le dan vida a este blog.

RESUMEN

Veremos en el siguiente escrito como a pesar de que existe un principio de magnitud relevante, como lo es la no intervención de los Estados, de manera indirecta sí es posible la intervención, aunque de manera consentida hasta cierto punto, no siendo al parecer este derecho absoluto a pesar de que va estrechamente ligado al de soberanía, autonomía e independencia de los Estados.

PALABRAS CLAVES

1) Principio de no intervención. 2) Soberanía. 3) Imperialismo.

INTRODUCCIÓN

La intervención “es la injerencia de un Estado en los negocios internos o externos de otro” (Fernández, 1947, p.89), es decir, que en cuanto a política exterior se refiere, es la interferencia de uno o varios Estados en las políticas –económicas, jurídicas, político partidarias, ideológicas, etc.,- de otro u otros Estados, lo que constituiría una posible colisión con la soberanía que no es más que “el poder exclusivo y último político-jurídico en una comunidad política y que permite diferenciar esta de otras naciones humanas” (Turégamo, marzo – agosto 2013, p.155). 

Se podría decir, citando a Vázquez, M. (1976), que el imperialismo, en este caso el moderno es una fase del desarrollo del capitalismo superior en donde el monopolio a base del capital es dominante en las naciones, económica, política e ideológicamente.

En base a esos tres aspectos es que se analizará el principio de no intervención de los Estados hacia los demás.

CONTENIDO

En pocas palabras el imperialismo tiene su base en el poder, entiendo que primero es económico, segundo militar y tercero intelectual. El primero porque con este se sustenta la productividad de las demás. La segunda, porque a pesar de tener capital para gastar e invertir, se necesita de una fuerza coercitiva amenazante para que en caso de insubordinación poder aplicar la fuerza y la tercera, porque a veces mucho capital y fuerza sin intelectualidad no sirve de nada, los dos primeros se absorben.

Antes el imperialismo ejecutaba sus planes a través de la fuerza de coerción, aplastaban a los más débiles con su poderío militar y se imponían para dominar, haciendo suya la nación dominada, hoy en día si bien muchos Estados tienen el Poder coercitivo, ha quedado en un plano encadenado salvo que un caso extremo haga que se desencadene esa bestia. Es el poder económico que se sobre pone por encima de los demás, algunos los tienen porque se saben administrar y cuentan con una fortalecida institucionalización, otras no las tienen porque las autoridades de la administración no lo permiten haciendo suyo el dinero del Estado y permitiendo corrupción como ocurre en América Latina como ocurre en nuestro país.

De manera sutil, hoy en día vemos como países con gran poderío suelen amenazar a otros con retirar relaciones diplomáticas y ayudas económicas o relaciones comerciales cuando sus intereses se ven afectados, lo que pone el país de menor poderío en una condición un tanto difícil para poder avanzar y mantenerse como un Estado por lo menos en vía de desarrollo.

Por ejemplo los Estados Unidos y China, cuando tienen interés en algún punto que es propio del otro Estado, vemos como le suben los intereses, aplican alzas a las tributaciones, retiran las ayudas económicas, todas vez que como estamos viviendo momentos más “civilizados”, no utilizan la fuerza coercitiva imperialista, sino la económica y hasta la intelectual, pues tienen recursos humanos mayor capacitados, al final precisamente por tener mayores recursos para invertir en esa área.

Entonces, ¿Se respeta el principio de intervención que establece el artículo 3 de la Constitución que habla de la inviolabilidad de la soberanía y el principio de no intervención? Bueno, la realidad es que nosotros mismo somos los que hemos cedido, pues cada vez que se firma un acuerdo internacional nos comprometemos, aunque las consecuencias no sean las que se aplican, pero es el mecanismo de presión que se tiene. En cierto modo es necesaria la presión internacional, de lo contrario podría un Estado hundirse en su propio estiércol alegando el principio de soberanía y de no intervención. Por esa razón vemos que existen las normas internacionales de derechos humanos en el que es la misma Constitución nuestra en los artículos 26 y 74 convierten en normas internas tales normas, y algunas hasta con rango constitucional. En ese sentido no podemos hablar entonces de principio de no intervención, sino de principio de intervención mínima, o sea, que ciertamente no se intervenga con relación a los demás Estado, pero lo más mínimo y necesariamente posible, por tanto no se trata de un principio absoluto. De ser así, la Alemania de Hittler estuviese hasta el día de hoy alegando soberanía pero maltratando su propios nacionales poniendo por encima ciertas éticas propias que no se corresponden con una ética común universal.

A veces es bueno, a veces es malo la presión internacional, pero somos nosotros mismos que debemos poner límites al imperialismo que en momentos nos quiere dominar, saber si debemos asumir el riesgo y no hacer caso en aplicación del artículo 3 de la Constitución porque es para mejoría del pueblo o hacer caso para no destruir la nación.

CONCLUSIÓN

De manera que, es necesario la intervención internacional, porque son ojos que aunque extranjeros, buscan que el mundo sea globalizado, obviamente sin abusos de derechos y sin querer inmiscuirse más allá de lo mínimo que racional o normativamente le es permitido.

BIBLIOGRAFÍA

1. Constitución, (2015). Congreso Nacional, Distrito Nacional, República Dominicana. 13 de junio de 2015.

2. Fernández, (1947). América y el Principio de no Intervención. Revista de estudios políticos. Editora Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. España.

3. Harvey, (2005). El Nuevo Imperialismo. Editora Clacso. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

4. Turégano, (20 de febrero de 2013). Soberanía. Revista en Cultura de la Legalidad. No. 4.


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